El taller UNO de Teoría es el resultado de una serie de experiencias realizadas en la FAU UNLP tanto en cursos de grado como en los de posgrado.
Las ejercitaciones experimentales desarrolladas en Taller de Arquitectura, las experiencias en los cursos de teoría, las relaciones con la Architectural Association de Londres, los vínculos con arquitectos docentes de Latinoamérica y otras partes del mundo nos permitieron ir conformando un cuerpo de ideas con la intención de promover el desarrollo de la disciplina en cuanto a sus aspectos argumentales o teóricos.
Así buscamos dar una salida a la actual situación de la enseñanza del proyecto, bajo formas reductivas, de una nostalgia parcializada por una pseudo-modernidad que en términos de ideas, técnicas y modos productivos no pueden comprender las condiciones actuales de una sociedad en constante cambio y con otros tipos de problemas sobre los cuales trabajar.
Para nosotros, desarrollar la capacidad teórica en relación al proyecto es la única alternativa al camino actual de la enseñanza del proyecto, buscando siempre caminos propios de cada proyectista y prescindiendo de los clisés impuestos por cuestiones instrumentales y dogmáticas.
La teoría, según nuestro entender, es una actividad generadora de argumentos de proyecto. Es un arsenal de dispositivos intelectuales de ejercitación de posibilidades de acción en arquitectura. No se puede hacer arquitectura sin sentido, no se puede proyectar sin sentido. La teoría, los argumentos, constituyen el modo conductor del diseño hacia un aspecto consciente y propositivo de la arquitectura, del proyecto.
La teoría no creemos que sirva en términos de un conocimiento intelectual como mero instrumento de erudición. La teoría debe estar enfocada hacia la principal actividad del arquitecto, el diseñar, el resolver problemas del espacio.
Tampoco queremos confundir la teoría con la crítica o con la historia de la arquitectura. La teoría es una actividad de proposición a partir de la reflexión, de la contemplación, pero no de construcción de conceptos abstractos solamente de uso clasificatorio. La teoría es acción erudita, está adentro del proyecto, adentro de la disciplina activa y no por fuera solo para declamar y sentenciar.
Por lo tanto, nos interesa indagar, reflexionar sobre el cuerpo teórico de la arquitectura, un cuerpo poroso, superpuesto, de argumentaciones sucesivas, útiles y disponibles, atemporales que el destino de la arquitectura nos ofrece como instrumentos de avance de la arquitectura mediante su proposición fundamental, el proyecto.

pablo e.m.szelagowski, pablo remes lenicov, maría elisa sagüés


02-Arquitectura

Definir qué es Arquitectura resulta a veces dificultoso pero por ello no menos apasionante. Gran parte del debate teórico de la disciplina se centra justamente en la discusión del ámbito de la misma, sus implicancias, su territorio y los puntos de vista que los sustentan.

Un claro ejemplo de la variedad de posiciones, pueden encontrarse en los orígenes mismos del Movimiento Moderno, enriqueciendo la discusión disciplinar en un momento de amplio cambio social, técnico y estético.  Cada arquitecto ha intentado a través de su experiencia y dentro de su particular contexto responder sobre los límites del campo disciplinar como por ejemplo:

William Morris
La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente típico que rodea la vida humana; no podemos sustraernos a ella, mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de las modificaciones introducidas en la superficie terrestre con el objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando el puro desierto.

Le Corbusier
La arquitectura es la primera manifestación del hombre que crea su universo, sometiéndose a las leyes de la naturaleza.
La arquitectura es una de las necesidades más urgentes del hombre.
La arquitectura es una obra de arte, un fenómeno de emoción, situado fuera y más allá de los problemas de la construcción. La arquitectura está más allá de las cosas utilitarias. La pasión hace un drama de las piedras inertes.
La construcción tiene por misión afirmar algo. La arquitectura se propone emocionar, es pura creatividad del espíritu.

Adolf Loos
La arquitectura no es un arte. Cualquier cosa que tenga una finalidad concreta está excluida de la esfera del arte.

Alvar Aalto
En Finlandia, al hablar de arquitectura, empleamos un  término que significa el “arte de construir”. Esta palabra no significa lo mismo que Architettura, ni en la primera ni en la segunda parte del vocablo; su error consiste en apartar la sociedad del arte, cosas que no deben segregarse.
El vocablo original Architettura, italiano, fue como la mayoría de los vocablos latinos, traducido del griego ARCITEKTONIKH, el cual significa algo muy distinto al Arte de Construir, incluye tanto una connotación humanista como matemática.

Louis Kahn
La arquitectura es algo vivo que surge de algunos aspectos inseparables de la mente y el corazón. Tiene que ver con toda la complejidad de hacer arquitectura en su sentido psicológico más completo; funciona porque tiene una motivación; satisface los deseos y las necesidades.
La Arquitectura es la creación meditada de espacios.
Cada día entiendo la arquitectura de un modo distinto.


Una esclarecedora aproximación al problema del territorio de la arquitectura, es la que plantea Bruno Zevi en “Arquitectura in Nuce”. En este libro Zevi establece que el análisis etimológico del término Arquitectura, no ayuda nada a identificar la esencia expresiva de este arte o actividad, a la vez que subraya la polivalencia semántica y la incerteza conceptual que surge de ese intento.
Las 3 condiciones de la buena arquitectura postuladas por Vitruvio sobre las bases griegas y parafraseadas por la mayoría de los teóricos de arquitectura no disipan tampoco lo ecléctico del término. Entre los que intentaron explicar la arquitectura desde los principios de Vitruvio, algunos han aceptado las tres categorías mientras que otros han asumido uno de los criterios vitruvianos refutando los otros dos.

En todas las definiciones de la Arquitectura que se encuentran en los tratados y en la literatura tanto antigua como moderna, se denota la necesidad de responder a tres cuestiones:
1.     Qué cosa expresa la arquitectura, qué representa y con qué símbolos.
2.     Si la arquitectura se identifica con su finalidad práctica o con la técnica edilicia, o en cuanto arte, se desvincula de estos tópicos.
3.      Si los caracteres que otorgan armonía a la arquitectura son leyes intrínsecas al lenguaje de arquitectura.

Siguiendo a Zevi podemos establecer que las definiciones posibles de la arquitectura pueden darse desde estas ópticas:

Definiciones culturales, simbólicas y psicológicas:
Según estas interpretaciones  la arquitectura adquiere valor en cuanto representa sistemas de vida, costumbres, organizaciones sociales y refleja las aspiraciones de los pueblos en las diversas épocas.
En este sentido resultan interesantes explicaciones realizadas desde fuera de la propia disciplina, como es el caso de Honoré Balzac quien explicaba la Arquitectura como el registro de la historia de la humanidad. Por su parte, Guy de Maupassant señalaba que la arquitectura ha adquirido a través de los siglos el privilegio de simbolizar cada época, de asumir en un pequeño número de monumentos, el modo de pensar, sentir y soñar de una civilidad, al tiempo que Victor Hugo hablaba de ella como el Gran Libro de la Humanidad. Todas estas posiciones otorgan a la arquitectura un rol de espejo de la historia y la cultura social.

Definiciones técnicas y funcionalistas:
Este enfoque está determinado por la finalidad práctica del edificio, de su materialidad y de sus métodos de construcción.
Ya Philibert Delorme en 1576 habla de que los problemas de la belleza arquitectónica no resuelven los problemas de la vida y la salud del hombre. Este tipo de punto de vista práctico, en contra del concepto de belleza, va tomando cada vez más fuerza, sobre todo a finales del siglo XIX. Para este tipo de posición, la belleza va a depender entonces del empleo juicioso de los materiales y de los medios de disposición de la construcción, como lo plantea Viollet-le Duc. En este sentido, las explicaciones de arquitectura irán acompañadas de un debate entre la relación estrecha o no entre arquitectura y construcción, dilema que más adelante se intentará salvar desde distinto tipo de posicionamientos a través del concepto de la verdad constructiva, intentando otorgar status de belleza a la realidad material de un objeto.
Auguste Perret, gran influyente del desarrollo de la arquitectura moderna, pensaba que la estructura era la lengua madre del arquitecto y que quien osara ocultarla se priva a sí mismo del único y bello ornamento de la arquitectura.
En cuanto a la finalidad funcional de la arquitectura, las teorías y las prácticas funcionalistas desarrolladas desde la antigüedad, intentarán definir  la razón de ser de la disciplina en el comportamiento de ésta frente a las necesidades humanas. Durante el siglo XX, el funcionalismo se encargó de la relación directa entre necesidad, forma, materia y diseño. Por un lado Bauhaus y por otro Aalto demostraron el valor disciplinar de esta posición. Sin embargo, arquitectos como Edwin Lutyens gustaban señalar que la arquitectura comenzaba donde terminaba la función.

Definiciones lingüísticas:
Estas posiciones se plantean desde la búsqueda de leyes determinantes de la expresión arquitectónica como la base de interpretaciones formalistas, abstracto-figuracionistas, puro visibilistas o físico-psicológicas.
Dentro de estas líneas, la teoría de las proporciones, tan desarrollada en arquitectura encuentra sus precedentes en el pensamiento de los pitagóricos y en las cualidades vitruvianas de la ORDINATIO, de la DISPOSITIO, del la EURITMIA, de la SYMETRIA, del DECOR, de la DISTRIBUTIO.
Esta posición se desarrolla en los tratadistas del Renacimiento, en especial en L.B. Alberti y en Luca Pacioli, racionalizada luego en el período moderno con Ghyka, Thiersch y Hambidge.
Apoyando esta condición, Miguel Ángel afirmaba que la arquitectura no es otra cosa que el orden, la disposición, la bella apariencia, las proporciones de las partes.
Vicente Scamozzi, otro tratadista clásico, describía al arquitecto como un sujeto que se sirve en abstracto del número, de la forma y de la materia por la vía de la especulación, sirviéndose además de las proporciones del mismo modo que un matemático. En el mismo sentido, Carlo Lodoli definió la arquitectura como una ciencia intelectual y práctica dirigida a establecer con el raciocinio el buen uso y las proporciones de los artefactos.

La Definición  espacial:
El concepto de Utilitas, de funcionalidad práctica, de habitabilidad ya está presente en Platón, en Aristóteles y además de Vitruvio en las notas de Villard de Honnecourt en el siglo XIII, volviéndose mucho más vivo durante la edad moderna con Alberti, Vasari, Serlio y Palladio, quienes desde sus particulares posiciones indican la capacidad de la arquitectura de aprestar ambientes, de establecer espacios adaptados a la vida de hombre. La arquitectura es ofrecer un reparo, cubrir el vacío, destacar una porción espacial de la extensión paisajística.
El concepto de espacio como lugar de la conformación del uso está implícito ya en el pensamiento de Kant y de Hegel, en las teorías de la dinámica estructural de Schopenhauer y en los escritos de Lao Tse.
En este mismo sentido, Spengler define al espacio como el centro generador de cada cultura, mientras que Worringer contesta el espacio a-priori de Kant y lo entiende variable y relacionado.
Definiciones modernas de la arquitectura también son descriptas desde el espacio como la de Brinckmann cuando dice que la arquitectura es Raumgestaltung, la conformación del espacio. Luigi Moretti experimentará sobre modelos de la antigüedad para probar esta perspectiva arquitectónica.
Los que han descrito la arquitectura desde este ángulo han sido tanto F.Ll.Wright como Henri Focillon junto a algunos como Hudnut o Posener quienes defienden una exclusividad de la arquitectura en el manejo del espacio, lo que la diferencia fuertemente de las otras artes.
De aquí surge la definición de la arquitectura como ciencia del espacio, la cual puede a su vez tener variadas interpretaciones:
-       Arquitectura como arte del espacio, arte del tiempo, espacio tiempo, en relación con las propiedades del espacio no fijo, variable, dependiente de la percepción y de la secuencia de los mismos.
-       Espacio arquitectónico vs. espacialidad figurativa: la espacialidad de las artes no se da del mismo modo que en la arquitectura.
-       Espacio físico y espacio artístico: El espacio natural es solo presencia física brutal, métrica, cuantitativa, en contraposición al espacio que agrega valor artístico. Espacio físico vs espacio arquitectónico.

Finalmente, como se plantea frecuentemente, la definición de la arquitectura parece no poder establecerse desde un solo enunciado o postulado, una posición o una finalidad. La construcción continua de su definición es necesaria, puesto que sus condicionantes  van desde las políticas, sociales, voluntades del cliente, costumbres civiles, aspiraciones religiosas, hasta el conocimiento técnico, determinándose como objeto de interpretación cultural, psicológica, simbolista, funcionalista y tecnicista, propios de su programa espacial y su perfil artístico y técnico.

La arquitectura es para nosotros no sólo un término colectivo para el entorno material, para el diseño  interior, la ingeniería de superficies, infraestructuras, urbanismo, el paisaje y la región, sino también para su construcción y apropiación, para la planificación y el habitar.

La definición única de arquitectura será siempre un imposible que, como decía Sacriste,  estará siempre en la subjetividad de cada individuo dependiendo del tiempo y del lugar pero siempre “sintiendo” la arquitectura. La realidad rodea la definición sin poder llegar a asirla, pero el hombre sabrá que es arquitectura cuando así lo sienta.

En términos de esta asignatura, nos interesa una definición de arquitectura que contenga materia e información, una información cultural, funcional, física, económica, estética, que se sature constantemente en el tiempo y defina la materia.
Entonces, se podría decir que arquitectura es relacionar información con materia en el espacio y en el tiempo, ya que la arquitectura es también el proceso, no solo el resultado. En términos de la teoría esta definición es importante ya que puede contener también aquellos proyectos que no llegaron a materializase y sin embargo marcaron el rumbo de la arquitectura, definiendo una agenda de conceptos sobre los cuales seguir trabajando y evolucionando disciplinarmente.